Quise construir tu abrazo frágil
como un niño construye un castillo de arena
teniendo en cuenta que el mar
duele y no perdona.
Hacerte un inventario de las calles
que no conociste, que nunca habitaste
para ver como pasaba el tiempo y la ciudad.
Tu mano es puente, la proximidad del cariño.
Viejo.
Ya son menos los abrazos que nos quedan.
Y yo, que soy ese niño que hacía
castillos a pesar del mar
trato de construir tu abrazo
con las hilachas de ternura que derramas
aunque el tiempo pase
y con él la ciudad.
3 comentarios:
don ibarra...me quedo con este poema, me provoca mucho eso de construir el abrazo de un ser querido...
te leo.
jocelyn
me gusto mucho este
hermoso
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