jueves, 6 de octubre de 2011

niños

de niño ningún niño, que se sepa, aspira que lo recuerden, a esa altura se espera todo, cualquier cosa, salvo ese final inútil. pero conozco hombres que toman fotos y escriben libros, o regalan una piedra como abalorio valiosísimo, y hasta se reproducen frenéticamente, incluso con ternura. es de estos hombres el empeño, la vanidad de durar. le pertenece, por ello, a cualquier niño la capacidad de ser infinito.