domingo, 19 de octubre de 2008

El boleto




Era, como le llaman a los de su clase, humilde. De niño le hablaban del teatro y hace tiempo que quería asistir a uno. Con regularidad llamaba a la boletería e inútilmente escuchaba lo de siempre: -a los sesenta entra a mitad de precio, a los
setenta y cinco, gratis-. Tenía setenta y cuatro. Esperó largamente aquel año, hasta que ocurrió. Vestido con su mejor y único traje, perfumado de pies a cabeza fue llevado por aquel auto al teatro; pero el ataúd era muy ancho y no cupo por la puerta.

domingo, 5 de octubre de 2008

anotación # 9

... y nadie nos escucha cuando nos vamos.
Arístides Vargas.




Irse o morir;

más simple

mor(i)rse.

sábado, 4 de octubre de 2008

Helado

Con la mano ahuecada, frente al heladero, repite el mismo gesto de todos los días. Siempre revisa el menudo que le sobra de su flaco empleo. Hoy tampoco le alcanza para un helado.
Triste, piensa que la esperenza se la inventó un pendejo. De su bolso saca un arma y ordena el de piña, su favorito.