martes, 28 de agosto de 2007

anotación # 5

Ni siquiera la muerte permanece
José Emilio Pacheco


No. La muerte
no es
la muerte.
Como tampoco
es
ausencia
la
ausencia.
Ni si quiera la muerte permanece.
Nadie
va a la muerte
todos
rumbo
a
la ausencia.



domingo, 26 de agosto de 2007

26.08.07





La muerte es la antesala de la ausencia. Ayer miré el calendario. Era veinticinco de agosto. Sé que no es nada del otro mundo, pero me acordé que en un par de semanas el viejo Benedetti cumple un año más de vida. Son ochenta y siete. Me pregunto como será el mundo y las cosas cuando ya no esté. Cómo quedarán los caminos que el viejo frecuenta, el jardín botánico, las paredes, la izquierda, el roble. Ni la muerte permanece dijo alguna vez un poeta. Lo que me preocupa, lo que es para mí, realmente alarmante, es que la ausencia permanece más allá de toda muerte.



viernes, 24 de agosto de 2007

entre flores



De su vida poco se sabe, se tienen datos mínimos. Nació un septiembre en un pueblo polvoriento, muy pobre, lejos al sur de la ciudad. El primer día en que vió la luz, recibió una flor como regalo de bienvenida.
Fue sencillo. No conoció la escuela, tampoco pudo urgarse la nariz. Es septiembre aún y en la tarde le harán un hueco en la tierra.
Como es tradición, mañana si hay suerte tendrá un ramito de flores silvestres.

miércoles, 15 de agosto de 2007

heraclitosis


nombrar el mundo


como algo fácil/

comerse las uñas porque sí/

sentarse en un vagón vacío

de tren/

mirar atentamente un pescadito/

encontrarse a penas en otras manos/

sostener la taza del café

como algo tierno/

situarse en el recuerdo/

mirar el reloj/

olvidar la hora/

acostarse para hacer

lo mismo en el sueño/

no lograrlo/


viernes, 10 de agosto de 2007

¡Niños, no salgan a jugar!


¡Niños, no salgan a jugar! - replicó la madre de Jalîl con tono áspero-
Salieron a jugar en alguna calle del mundo. Jalîl propuso practicar el fútbol con una pelota hecha de papel y cinta adhesiva, de ésas que duran un rato. A los pocos minutos la pelota llegó a su fin. Rashîd propuso entonces, el juego del mar. Consistía en imaginar que el asfalto roto de la calle era el mar. De su bolsillo sacó un pedacito de tiza y comenzó a dibujar pequeños círculos irregulares en el asfalto, cada círculo era una isla. Todos tenían que saltar de isla en isla hasta llegar a la meta. El que se saliera de una isla perdía automáticamente y era devorado por tiburones imaginarios. Yucef fue el primero en llegar a la meta y en consecuencia tuvo la oportunidad de decidir cuál sería el próximo juego. No se le ocurría nada. De pronto se acordó del juego de las escondidas, ya que era experto escondiéndose. Lo conversó con sus amigos y todos estuvieron de acuerdo. Jugaron por un largo rato y ésta vez no fue la excepción. Yusef nunca fue encontrado.

lunes, 6 de agosto de 2007

anotación # 4




¿Qué son las palabras?

Sino un mínimo intento

por rescatar de la

ausencia

las cosas

que

fueron.


sábado, 4 de agosto de 2007

anotación # 3



la distancia es una puta a todas horas.
Jocelyn Pimentel


La distancia

es eso:


un germen.

Una excusa

para los puentes.