paraguas
Cuando se despidieron él aguantaba el paraguas. Su tía Lucy le abrazó fuerte y puso en el bolsillo derecho de su chaqueta una piedra de regalo. Ella desapareció a lo lejos. Poco a poco, él se fue internando en las aceras encharcadas y el bullicio de la ciudad. Le hizo señas a un taxi. Cerró el paraguas lentamente con la mirada perdida y comprendió que eso era el adiós.
1 comentario:
Y le pesaba la pierda...
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