martes, 2 de agosto de 2011

Failed

Parecería como si las tormentas, ese milagro contenido en feroz mezcla de agua, viento y nubes, fueran nuestra única salvación, nuestra posterior posible resurrección. En esta isla se veneran los desastres naturales, se les implora una visita, alguna limosna, por mínima que parezca. Los primeros pobladores también idolatraban, pero no del mismo modo. Guabancex, Boinayel, Márohu, por ejemplo, eran adorados, respetados, pero también temidos. El temor nuestro tiene otro rostro. Aquellos eran divinidades; no la salvación.

Hoy no hubo tormenta. Y acaso ese signo sea la certeza de que alguien o algo nos ha abandonado, porque no es necesario, porque aquí las tormentas, los huracanes ocurren, aunque no en forma de lluvia.

2 comentarios:

Gabriela del Pilar Calzada Rodríguez dijo...

Divino, me encanta tu escritura ... Te conozco Christian, recuerdo que te conozco porque visitaste a un grupo de estudiantes en una clase de dibujo de Lionel en la escuela de Bellas Artes hace uno o dos a~os y yo formaba parte del grupo y tambien recuerdo cuando me dedicaste el libro de La vida a ratos con el dibujo de una tortuga y una sombrilla, ahora te encuentro por aqui... Si deseas, visita mi blog: placeresdepecera.blogspot.com y dame un impresion... Me gustaria comunicarme contigo pues deseo hablar de la carrera de Estudios Hispanicos que estoy proxima a experimentar... Gracias y saludos...
(disculpa la ortografia, no cuento con acentos en esta maquina)

Tania María Comosesuponía dijo...

Nos han abandonado... Eso mismo pensé después de sentir el vacío de la no llegada.