viernes, 2 de noviembre de 2007

La Prensa

Se reunían unos pocos y entre pocos leían sus últimas aglomeraciones de palabras. Después de unas copitas las palabras iban formando mundos pequeñitos, maravillosos y esto era suficiente.
Tiempo después, en la prensa anunciaban una de sus lecturas. Las expectativas no les cabían en los cuerpos. A algunos se les enloquecían como siempre, las glándulas sudoríparas. El lugar se llenó de pronto de una multitudinaria masa. Pero a medida que las horas avanzaban, las expectativas se fueron desarmando, se iban achicando cada vez más hasta que el cuerpo, al final, pudo más que las expectativas.

2 comentarios:

Santey Herco dijo...

Aunque la muerte renuncio hace tiempo, tal parece, que la imitacion es lo de hoy.

The Trade dijo...

AEU???

ja ja ja... que sucio eres, eso es tiraera a ti mismo...