martes, 29 de enero de 2008

almuerzo

Hoy almorzaba donde siempre. El menú variado dificulta la elección de la comida. A mi lado una muchacha flaca, me da un empujoncito, sin querer, para mirar por la vitrina la comida humeante. Con una mueca dice: Ay fo!, no. No me gusta nada.Luego de mi almuerzo tomo un café y hojeo el perdiódico sin pagarlo. Leo lo siguiente.
Se me cerró el estómago y sentí vergüenza de verme ahi, tranquilito, tomando café.




http://www.elnuevodia.com/XStatic/endi/template/content.aspx?se=nota&id=354335

2 comentarios:

Santey Herco dijo...

Me dedico a pintar en las cafeterias los menus con un poco de cal y otro tanto de pinturas vegetales. Desprendo a las colillas del vestido. Les anudo con ramas y algunos pedazos de alhambre. Al rato de tener listos mis instrumentos, se me entrega un papel con el Menú: Entrada, Sopa, Plato Fuerte, Postre, Café ó Té, Agua o Soda. Al día de las 12 horas, padezco de un poco de hambre. Prendo a tocar con los nudillos el restaurante en el que me encuentre en esos momentos. Se me entrega en un platón de plastico, revuelta la ensalada, algún arroz, un pedazo de rabadilla de pollo, y un vaso de agua del grifo en un pocillo que siempre llevó conmigo. El dueño me reclama el acento a Cafe, se lo coloco, y me da mi paga, descontando la merienda. Y Enfrente un puesto de revistas me proporciona el hambre hermana del mundo.

Lisa Cappalli dijo...

no pude ver la noticia... la pagina del nuevo dia me pide que para accesarla debo de inscribirme y pagar $10.95 mensuales. Igual, no necesito ver esa en especifico. Basta con abrir el periodico todos los dias para que se te quite el hambre. Por que sera que la gente lo lee con el desayuno?