He olvidado de memoria
todas las mujeres que
alguna vez autorizaron
el cariño,
de golpe uno está solo
sin siquiera la posibilidad
de mirarse cara a cara
en un espejo abandonado
que le devuelva
la miseria de la noche anterior,
sin el breve alivio
de descansar el frío en otras manos
o la repentina estupidez de
decirte al oído nuevamente que te quiero,
de golpe uno está solo
sin la sombra de un mismo árbol
o paraguas
y no queda más que echarse al piso,
mirar el techo y esperar, intensamente,
que nada pase.
6 comentarios:
Es cierto.
By the way, beautiful poem.
- Amanda Jayne
Este poema me gusta mucho.
De repente me he quedado sin aliento! Excelente!
siempre
la estupida estupidez sucesiva
que conmueve siempre los fragiles
arboles
arraigadas en nuestra memoria
El piso te recibe frío imitando el instante. BOOM!
Publicar un comentario