Mi vieja se levantó otra vez, preguntándome la hora y el día. Siempre se levanta en intervalos a cuestionarme las horas de los días.
¿A qué hora llegaste de la fiesta ayer? -me preguntó-
-Mami, ayer no salí. Estuve contigo
observándote mientras dormias-
Se le pierde la mirada y me sonríe.Ella no sabe que quiero ser como ella y no saber del tiempo,
ella no lo sabe.
8 comentarios:
Esto me gusta mucho. Me gustaria leer mas en esa linea.
Ibarra,
esto me voló la cabeza.
mi favorito del blog.
muy bueno compañero, muy bueno.
Por eso mismo es que ya no uso reloj.
-un abrazo
No sólo te escribo porque me dejó impactada sino porque tengo una doble agenda. Christian, te llevo leyendo desde hace unas semanas y me gustaría que te dieras una vuelta por mi nuevo blog, Lúgubre Manía de Vivir, para que me digas lo que piensas.
¿puedo añadirte a mis links?
NoreAngélica
muy bueno Ibarra...
gracias por el apoyo!
seguiremos sintonizados
eso es muy fácil
saca el termino "tiempo" de tu vocabulario, y bota tu reloj!
abrazoo, buen blog
mano, sabes que ese estilo me gusta mucho, ese y en del té pueden ser el principio de una buena antologias de relatos...
pa' lante!
muy triste, muy triste. en eso la belleza, saludos.
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